lunes, 10 de noviembre de 2014

Comunicado ante las Inundaciones ocurridas la semana pasada.

Ante las inundaciones (una vez más) en el Conurbano

Hace unos días sufrimos, luego de unos días continuados de lluvias y sudestada, una serie de inundaciones en distintos barrios del Conurbano bonaerense. En general, en los distintos medios que se encargan de hablar del tema, prima una explicación: las lluvias extraordinarias que se sucedieron en gran parte del país en los últimos días. En algunos casos, se suele ir más allá, "tiene que ver con el cambio climático global". 

Sin embargo, como geógrafxs, nos resulta fundamental reflexionar sobre esta situación y poner sobre la mesa ciertos elementos que hacen a la cuestión. Es una problemática sumamente compleja porque atraviesa múltiples factores. 

La falta de planificación en la ocupación del espacio, sumada a la mirada tecnicista que supone que la humanidad puede y debe “controlar” la fuerza de la naturaleza, son la principal causa de estos desastres, que se viven cada vez que asistimos a lluvias intensas. El propio desarrollo de las fuerzas productivas haría posible que todos habitáramos en áreas sin riesgo hídrico, sin embargo es utilizado para reproducir las desigualdades, como se ve en el avance de los barrios cerrados, a costa de los vulnerables barrios pobres periféricos.

Esto es una ejemplo más que nos demuestra que la historia de la ocupación del espacio en el capitalismo siempre ha tenido un carácter de clase: mientras algunos pocos deciden cómo y dónde se instalan, la mayor parte de la población queda relegada a instalarse en los lugares que puede. Esto implica incluso lugares no aptos por su exposición a amenazas, ya sean de carácter físico (terremotos) o antrópicas (zonas contaminados).

Las áreas amenazadas no deben estar disponibles para la instalación de viviendas para ninguna clase social. El espacio habitable debería distribuirse de una manera más equitativa en la cual no existan zonas subocupadas con grandes departamentos habitadas por una sola persona, ni zonas hacinadas con malas condiciones habitacionales.

Ni el gobierno provincial, ni los gobiernos municipales han hecho nada por resolver un problema que se repite año tras año, dejando a la población de estos lugares completamente expuesta frente a estas situaciones.

Por todo esto es que decimos que las inundaciones no son la consecuencia de las lluvias, sino de una lógica concreta de relación con el ambiente natural, y de la producción de una ciudad excluyente; es decir, del sistema capitalista.  Los responsables son políticos: el gobierno provincial y los gobiernos municipales y las decisiones de gestión que toman.

Proponemos tomarnos unos minutos para pensar estos temas, que aparentemente son "naturales", como parte de procesos sociales, económicos y políticos que mantienen un sistema excluyente.


Geoide en Revolucion