lunes, 13 de septiembre de 2010


Sabemos que todxs están enteradxs de la movida. Sabemos que eso ocurre porque llegan muchos mails a nuestras casillas, de diferentes fuentes, en relación al conflicto. También sabemos que hay posturas contrapuestas. Por esto resulta al menos interesante darse un momento para ver qué pasa: cuáles son los reclamos a favor, cuáles son los argumentos en contra de la toma…

En este sentido, como representantes estudiantiles por la mayoría en Geo, creemos que es justo que nuestros compañerxs (quienes son representadxs) conozcan cuál es nuestra postura al respecto. Queda hecha así la invitación a leer las siguientes líneas. 

Desde Geoide estamos a favor del proceso conjunto de tomas llevado adelante por los estudiantes secundarios, terciarios y universitarios a favor de mejoras (sobre todo edilicias en este caso) en la educación pública. En el caso particular de Filo, el proyecto oficial del edificio nuevo que se construirá en el actual estacionamiento, sobre la calle Bonifacio, no es claro al explicar para qué se va a hacer. En una reunión se dijo que “primero se haría y luego se pensaría para qué usarlo”, también se pensó para posgrados y para trasladar el laboratorio de idiomas en que hoy funciona en el centro, sobre la calle 25 de Mayo (ambas actividades rentadas, el primer caso sólo para graduados fuera de Filo, pero en segundo caso pago para todos) Nadie explica calramente qué se hará con ese edificio (el actual laboratorio de idiomas), patrimonio de la UBA, de alto valor tanto histórico como económico (se ubica en una zona altamente valorizada por operadores inmobiliarios). Además, el proyecto del edificio no contempla conexión física alguna con el “edificio viejo”, ni los reclamos históricos de los estudiantes de la facultad: una guardería y un comedor estudiantil. Sin contar la necesidad evidente de generar más aulas para mejorar las condiciones de cursada actuales, problemática que no nos toca tan de cerca en Geo, pero de la que todos somos testigos desde los pasillos.

Por todo esto creemos que hay que bancar la toma, y por eso estamos presentes en la facu, participamos de las asambleas pero también de las clases públicas, incluso sin el apoyo de algunos profesores. Y bancamos la toma no por la toma misma, sino porque observamos que esta vez –como ninguna otra recordada por nosotrxs durante nuestro pasaje por los pasillos de filo- la toma está sostenida por estudiantes, profesores y no-docentes, y no sólo por los aparatos de los partidos políticos: la toma es legítima porque tiene una base sólida que se fortifica día a día. A partir de la toma hemos visto al decano ceder un poco en su proyecto, en un comunicado luego de iniciado el proceso de tomas salió a hablar de unas 20 a 25 nuevas aulas contempladas para cursos de grado en el proyecto, de las cuales no había hablado en la reunión en la que éste fue presentado. Esto demuestra que la lucha puede llevarnos a conseguir lo que pedimos.

Sabemos que la toma es un proceso traumático: altera la normalidad de la cursada, genera incertidumbres. Por eso creemos que, al contrario de lo que parece alentar el decano, hay que llenar la facultad: hay que tener clases, hay que correr los exámenes para no perder el llamado. La toma no tiene como objetivo evitar las clases, sino poner en evidencia una situación de conflicto que se arrastra hace años.

Pero, si se arrastra hace años, ¿por qué ocurre ahora?, ¿por qué esta vez pensamos que es una lucha que se puede ganar? Algunos opinan que se trata de un oportunismo político: si baja uno, sube el otro. Más allá de lo acertado o no que pueda ser este planteo, lo cierto es que siempre que se da un proceso de lucha social se trata de una disputa de poder, y de hecho esto está sucediendo, no sólo en la Ciudad de Buenos Aires, sino también en otras provincias como Formosa, Tucumán, Jujuy, Provincia de Buenos Aires. Pero justamente por esto es que tiene sentido continuar, sostener e incluso profundizar la lucha, dándole cada vez una forma más concreta: porque depende de lo que resulte de esta correlación de fuerzas es que los estudiantes, profesores y no-docentes podemos llegar a conseguir lo que reclamamos. Nosotros, los estudiantes, también estamos disputando poder, también aprovechamos la situación de conflicto generalizado porque ésta es la manera en que históricamente los sectores que no están en el poder pudieron y podrán disputarlo.

Desde Geoide sabemos que la mayoría de los estudiantes está cansada de consignas bodoques, de frases que tienen mucho contenido pero implícito, que se da por conocido, se naturaliza. Esto genera en muchos casos que la problemática o el reclamo –por cierto las más de las veces muy válidos y apoyables- queden naturalizados, y se busca su aceptación por parte de los estudiantes sin plantear claramente los términos del conflicto. Por esto las líneas anteriores intentaron poner palabras, pero sobre todo argumentos, para ayudar a entender y desentrañar el conflicto.

Invitamos una vez más a todos los estudiantes de Geo a venir a clases, a llenar los pasillos, a sumarse a las discusiones, en fin, a seguir siendo parte de la facu, con todo lo que ello implica. Como estudiantes de ciencias sociales no podemos mirar para otro lado frente a los conflictos sociales, y menos si nos tocan tan de cerca.

¡No dejes de formar parte de la construcción de tu facultad!

Visitá la página de la Comisión de Presupuesto: http://www.luchaporpresupuesto.com.ar/

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